Saturday 31 January 2009

DARWIN

Darwin
( 200 años )

La evolución sí tuvo profetas antes de la llegada de Darwin, entre ellos su propio abuelo, un excéntrico personaje llamado Erasmus.
Si Charles Darwin no hubiera tenido aversión a la sangre, seguramente jamás habría planteado una de las teorías científicas más trascendentales de la historia: la evolución de las especies y la supervivencia de los mejor dotados.

El buen Darwin era hijo de un notable cirujano inglés y al terminar el bachillerato decidió seguir los pasos de su padre. Con esta idea se matriculó en la Escuela de Medicina de Edimburgo, en Escocia, pero a los dos años tiró la toalla porque no resistía ver escalpelos en acción y sangre derramada. Ante el abandono, se marchó a la facultad de teología de la Universidad de Cambridge, pues había creído oír la voz de Dios que lo invitaba a formarse como sacerdote. En realidad, la que lo llamaba era la naturaleza: Darwin inició estudios de teología, pero se inscribió también en un curso sobre insectos que dictaba uno de los reverendos. Allí descubrió que su verdadera vocación era la de naturalista; abandonó entonces los libros de oraciones y se lanzó a estudiar toda clase de disciplinas científicas: geología, astronomía, física, entomología, zoología, botánica, química…

En el terreno de la ciencia lo esperaba el planteamiento que hizo de él uno de los grandes científicos de la historia y que, sintetizado en pocas palabras por la sabiduría popular, dice que el hombre desciende del mono.

No es exactamente así. Darwin estudió la evolución en términos más generales; se ocupó de fósiles, de plantas, de animales y propuso la idea de que el hombre y el mono tienen antepasados comunes. Como ocurre con muchos de los notables hallazgos científicos, después de que él lo hiciera parece tan lógico y contundente que uno se pregunta por qué no lo planteó alguien antes.

La verdad es que la evolución sí tuvo profetas antes de la llegada de Darwin, entre ellos su propio abuelo, un excéntrico personaje llamado Erasmus. Y tuvo, además, profetas simultáneos. Al estudiar en Malasia ciertos fenómenos naturales, Alfred Rusell Wallace, colega y amigo de Darwin, llegó a las mismas conclusiones que Darwin había alcanzado al observar las tortugas, pájaros y otros animales en las islas Galápagos. Cuando se dieron cuenta de que coincidían en su propuesta, la presentaron conjuntamente a la comunidad científica británica hace 150 años. Después de que cada uno siguió por su camino, Rusell terminó sumergido en investigaciones medio esotéricas y Darwin avanzó y perfeccionó su teoría.

Todos estos detalles han sido recordados en los últimos días, pues el 12 de febrero se cumplió el bicentenario del nacimiento del genial naturalista que fracasó como médico, se aburrió como estudiante de teología y se apasionó por la ciencia.

En Europa y Ecuador, sede de las islas Galápagos, se están celebrando este año numerosas exposiciones y conferencias sobre el personaje y su obra. A pesar de los ataques de diversas religiones, el evolucionismo darwiniano está más sólido que nunca. Hoy mismo es posible visitar las islas Galápagos y comprobar la tesis de Darwin. Uno verá que las tortugas de la misma especie ofrecen características distintas según el medio ambiente: en algunas islas, cuello largo, porque allí las tortugas tienen que alimentarse de las hojas de los arbustos; en otras islas, cuello corto y aletas, característico de las tortugas que pillan su comida en el mar.

Friday 23 January 2009

Tratamiento del cancer con la grasa de uno mismo

Con grasa se reparan lesiones por tratamientos para cáncer

Una nueva técnica para reparar con grasa del mismo paciente lesiones por cirugías y radiaciones hechas para curar el cáncer está despertando entusiasmo internacional. Recientemente un grupo de cirujanos plásticos de varios países observó en Miami uno de estos procedimientos, realizado a un paciente de 62 años, procedente de San Francisco.
A este paciente hace cinco años se le dio radiación para curarle un cáncer de cuello. La radiación le salvó la vida, pero le dañó el cuello, los vasos sanguíneos, la piel. El efecto secundario le causó cicatrización, endurecimiento de los tejidos, no podía tragar porque no producía saliva, tenía la boca seca y debía ser alimentado por medio de un tubo, casi no podía hablar, ni mover el cuello, tenía una constante sensación de quemazón, la piel estaba enrojecida y quemada; se hallaba en un estado permanente de dolor.
El inventor de esta técnica, Dr. Gino Rigotti, realizó al paciente un primer procedimiento de inyección de grasa hace un año en Verona, Italia. A los seis meses el paciente vino al hospital Kendall Regional Medical Center en Miami para un segundo procediendo, con otro de los pioneros en esta área, el cirujano plástico Dr. Roger Khouri, quien contó con la asesoría del Dr. Rigotti. Para un tercer procedimiento con el Dr. Khouri, regresó de Italia el Dr. Rigotti, así como un grupo internacional de cirujanos interesados en aprender esta técnica.
El cirujano Khouri explicó que la grasa obtenida del mismo paciente por liposucción del vientre es rica en células troncales, las cuales permiten revertir los efectos de la radiación. Para resolver un daño tan extenso son necesarios de tres a cinco procedimientos. Las inyecciones de grasa se tienen que ir poniendo poco a poco.
“La mejoría ha sido definitiva”, afirmó el Dr. Khouri. “Ahora el paciente habla con claridad, se le puede entender lo que dice. No siente quemazón. Puede mover el cuello y no tiene dolor. Su piel está mucho mejor. Ahora se puede pellizcar la piel, antes eso no era posible, porque era rígida, como un pedazo de madera. Ahora está comenzando a tragar mejor. Esperamos que luego de esta tercera sesión la mejoría sea aún mayor”.
El cirujano explicó que estos procedimientos de inyección de grasa son de mínima invasión, no son operaciones grandes; se trata simplemente de recolectar grasa del vientre, prepararla en el mismo quirófano y reinyectarla muy cuidadosamente en áreas predeterminadas. El médico tiene que estar bien entrenado en esta técnica, de lo contrario el procedimiento puede ser riesgoso.
El Dr. Rigotti expresó que tenía temor la primera vez que operó a este paciente, porque no había espacio para inyectar la grasa entre la piel y la arteria carótida y la vena yugular. Ahora el riesgo es muy bajo, porque ya hay espacio para inyectar más grasa.
La inyección de grasa existía únicamente para corregir estéticamente pequeñas depresiones de la piel. El cirujano Rigotti comentó haber creado la técnica de reconstrucción de cuello cuando inyectó grasa a una paciente que a los 16 años había recibido radiación en la clavícula para tratarle un cáncer. Tenía la piel muy delgada, dolor, quemazón y deformidad. Ella quería simplemente que se le mejorara estéticamente.
“Inyecté grasa y sorpresivamente ví que desaparecían el dolor, la quemazón y la lesión de la piel. Entonces me dije: Dios mío, ¿qué hice? Desde ese momento comenzamos un estudio y encontramos la enorme capacidad de las células madre de la grasa para producir nuevos vasos dañados por la radiación. Al restablecer el tejido, resolvimos los efectos secundarios de la radiación. Esto es algo realmente nuevo e importante”, dijo el galeno italiano.
Otro de los participantes en esta observación, el Dr. Luis D. Crespo, cirujano plástico de Panamá, dijo haber enviado pacientes desde su país al Dr. Khouri, para tratamientos que se hacen mitad en Panamá y mitad en Miami.
“Hace seis meses envié al Dr. Khouri un paciente de cáncer, de 39 años, al cual en Panamá se le practicó una recesión radical de la glándula parótida y se sacrificó todo el nervio facial. Con microcirugía reconstructiva agarramos el nervio sural de la pierna e hicimos anastomosis (unión) de los nervios faciales, un injerto de segmentos de nervios que puedan regenerarse. Se reconstruyó cada una de las ramas que dominan la mímica facial. Entonces se le envió a los Estados Unidos para radiación y luego para la inyección de grasa, que sirve para regenerar los nervios, porque las células madre tienen el potencial de convertirse en células nerviosas”, dijo el Dr. Crespo.
En el Kendall Regional el Dr. Khouri, con la asesoría del Dr. Rigotti, hizo el tratamiento de transferencia de grasa al área del nervio frontal.
“El paciente ha recuperado un 30 por ciento de su función de esa rama. Ahora está programado para un segundo tratamiento, en el cual se espera recupere otro 30 por ciento más. También la grasa ayuda a rellenar, así que además de los resultados reconstructivos y funcionales, también hay una mejoría estética”, añadió el Dr. Crespo.
La inyección de grasa también se está usando para resolver amputaciones por trauma.
“Envié hace poco al Dr. Khouri un joven que no tenía la falange distal del dedo, la uña la tenía al nivel de la cutícula”, dijo el Dr. Crespo. “Había que crearle más piel, más uña y más hueso. El Dr. Khouri usó un segmento del hueso radio (del antebrazo); luego levantó un colgajo de piel vascularizada con las dos arterias digitales y lo avanzó; en ese espacio puso un injerto de piel y rellenó con grasa, para darle pulpa. El dedo se ve bastante normal”.
Los otros cirujanos plásticos que observaron en Miami el procedimiento al paciente de San Francisco fueron los doctores Bruce Reuter y John McCraw de los Estados Unidos; Michael Sheflan, de Israel; Marc Nellissen y Luc Damen, de Bélgica; y Peter Ondrejka y Zdenek Pros, del Reino Unido.

Thursday 22 January 2009

CON UN CAFE

Con un café de por medio se puede hablar de todo: de fútbol, mujeres, política, de hombres, cocina, anécdotas y negocios. Se puede desayunar, cortar la mañana, alargar un almuerzo o cerrar una jornada laboral. Eso sí: las largas tertulias, con dos o tres vueltas de café, ya no van más. Por lo menos en algunos bares porteños, donde el café ya cuesta 10 pesos, o incluso más. ¿El más caro del mundo?Según la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés -la entidad que representa desde 1905 a los bares de la Ciudad- actualmente hay unos 3.000 locales de este tipo en Buenos Aires. Cada uno de ellos ofrece el café a un precio diferente: en algunos comercios lo cobran 5 pesos, pero en otros el doble. "Estaba de paso por el Microcentro y como tenía que hacer tiempo, entré a un bar de Florida y Paraguay y me pedí dos americanos -dice Andrés, empleado de una obra social-. Cuando me trajeron la cuenta ¡eran 22 pesos! No lo podía creer: lo llamé al mozo y le pregunté '¿a quién estoy invitando?". A Esteban le pasó lo mismo en un restorán de Cuenca y Tinogasta, en Villa Del Parque. Fue con su novia un sábado y pidieron dos cafés, que llegaron acompañados por masas y vasitos con jugo de naranja. Al final, se asombraron con la cuenta: 20 pesos. "Nos fijamos en la carta y era así. Los sábados y domingos después de las 16 cuesta eso", se indigna Esteban. El cafecito hoy viene "cargado" en muchos bares: en uno muy tradicional que está en Corrientes y Carlos Pellegrini, frente al Obelisco, exhiben la carta en la vidriera, y para muchos no resulta tentadora. El café en jarrito, ahí, también es carísimo: 15 pesos. En Belgrano sigue la tendencia: en Figueroa Alcorta y La Pampa ofrecen un café caro (pero "de una calidad Blend Superior", advierten) que (eso sí) se sirve con "deliciosos Petit Four". En esas "dulces compañías" está la clave: consultado por La Razón, el presidente de la Cámara de Cafés y Bares porteña, Manuel Novo, trató de buscarle una explicación a estos precios y, sorprendido, la encontró en un nuevo concepto: "el café con amenities" (pequeñas cortesías que se suman a los productos y servicios que ofrece una empresa). Así es como el café, que servido solo puede costar entre 5 y 7 pesos, se encarece con chocolates, masitas y copitas de jugo. O con servicio de diarios y wi fi. "Un café a diez pesos es un absurdo, salvo que el bar quiera tener un público turista. Un bar de barrio que cobra eso no sólo ahuyenta a la clientela, también atenta contra la ronda cotidiana del café entre amigos", opina Horacio Spinetto, arquitecto y autor del libro "Cafés de Buenos Aires". Absoluto conocedor, agrega: "El bar es el templo de la amistad, de ahí su permanencia, y además, ¿cuántas parejas se habrán conocido en un bar o cuántas se habrán dado el primer beso?". Muchísimas... Eso sí: con un café a diez pesos, a los caballeros no les queda otra que pensar dos veces antes de invitar, y a ellas, valorar más cuando le digan "¿tomamos un café?".
THE RENAISSANCE PAINTERS

GIOVANNI BELLINI 1430-1516
Feast of the Gods
Giovanni Bellini was perhaps, one of the most important painters in Venice in the late 15th Century. He was born in Venice in 1430. He had a brother and a sister.
Giovanni started as an apprentice in his father's workshop. Then later when he mastered the craft of painting, he taught Giorgione and Titian who became greater than their teacher. Giovanni died at the age of 86 in 1516. He was buried in Venice.
In 1577, years after his death, many of his works were destroyed in a church fire.
Some of his greatest master pieces were religious, full of harmony, light and mood. He also brought realism into his landscape paintings.
Bellini painted several famous pictures. Two of those pictures were The Agony in the Garden and The Crucifixion. He also painted The Virgin and Child with Two Saints and the Lamentation Over the Body of Christ. Two more paintings were The Feast of Gods and an altar piece he finished for his brother.