EL NOVIAZGO

El noviazgo es una etapa en la que la pareja tiene mucho tiempo para hablar, y conviene aprovecharlo. Sólo así es posible descubrir si están hechos el uno para el otro.
Con todo el pasar de los años, las personas pueden mejorar, pero difícilmente cambien. Generalmente, con el tiempo, uno empieza a ver los defectos del otro de una forma más precisa, y muchas veces se confunde, al creer que la otra persona cambió.
Saber elegir
No podemos equivocarnos: él será nuestro compañero para toda la vida, y el padre o la madre de nuestros hijos. Es posible que haya cosas de su carácter, de su forma de actuar o de pensar que te echen un poco para atrás. Es más, casi preferirías no pensar en ellas. A veces, uno cree que es mejor mirar las cosas buenas del otro.
Pero no te engañes; son muy pocos los que cambian. Si se queja constantemente, lo hará también más adelante, y si es honrado y bueno, con el tiempo lo será mucho más.
Comunicación ante todo
Para descubrir si es o no la persona ideal es fundamental que hablen entre sí. Hablar de uno mismo y del otro, de los proyectos profesionales de cada uno y de qué familia les gustaría formar.
También hablar de la educación que recibiste en casa y de los problemas de un amigo, de política y de cine, de arte y de televisión, de sus defectos y de los tuyos, de tu antiguo novio y de tus mejores compañeros.
Fomentar un verdadero diálogo, donde el saber escuchar tenga protagonismo, puede ayudar a que la relación se consolide. Muchas parejas evitarían varios dolores de cabeza si durante el noviazgo prestaran más atención a una sincera comunicación.
Mucha gente está convencida de que lo único importante es quererse, que lo demás no importa. Pero en el amor, las demás cosas importan, y mucho. Amar es ir juntos en la misma dirección, pero para eso se necesita que los dos tengan realmente un objetivo común.
Detalles en los cuales fijarse
Si es un chico atento con todo el mundo, generoso con su tiempo y no duda en dedicarse a los demás, lo más seguro es que el día de mañana se convierta en un excelente padre de familia y en un marido siempre dispuesto a ofrecer lo mejor de su persona. Lo mismo si es una chica que se preocupa por los demás y trata de ayudarte en lo que necesites.
También es importante su lista de prioridades: si es un obsesivo y obsesiva con el trabajo, si siempre prefiere estar con sus amigos... Lo mismo ocurre con otras cuestiones, como el dinero familiar o el compromiso personal. Observemos atentamente. Si no está decidido a compartirlo todo, no lo dudes más. Esta no es la persona que estabas buscando.
Dos visiones distintas
¿Y si es que tenemos diferentes modos de enfocar la vida? Para eso está el noviazgo. Para hablar, para comentar, para aproximarse, para idear juntos un proyecto común que no los separe jamás.
Evidentemente, a lo largo del camino habrá dificultades quizá provocadas por esa forma propia que cada uno tiene de ver las cosas. Pero pocos, por no decir ninguno, son los noviazgos sin dificultades. Por ser personas distintas, cada uno verá las cosas desde su lugar. Esto no será un obstáculo, siempre que compartan ciertos valores y objetivos fundamentales.
Hablar de todo
Son muchas horas que van a pasar juntos, por lo tanto, conviene que las aprovechen. Hay que contarse las cosas con mucho cariño y, fundamentalmente, con absoluta sinceridad. Sí, todos los novios nos contamos tonterías. Por eso, precisamente, hay que contarlas.