Friday 23 January 2009

Tratamiento del cancer con la grasa de uno mismo

Con grasa se reparan lesiones por tratamientos para cáncer

Una nueva técnica para reparar con grasa del mismo paciente lesiones por cirugías y radiaciones hechas para curar el cáncer está despertando entusiasmo internacional. Recientemente un grupo de cirujanos plásticos de varios países observó en Miami uno de estos procedimientos, realizado a un paciente de 62 años, procedente de San Francisco.
A este paciente hace cinco años se le dio radiación para curarle un cáncer de cuello. La radiación le salvó la vida, pero le dañó el cuello, los vasos sanguíneos, la piel. El efecto secundario le causó cicatrización, endurecimiento de los tejidos, no podía tragar porque no producía saliva, tenía la boca seca y debía ser alimentado por medio de un tubo, casi no podía hablar, ni mover el cuello, tenía una constante sensación de quemazón, la piel estaba enrojecida y quemada; se hallaba en un estado permanente de dolor.
El inventor de esta técnica, Dr. Gino Rigotti, realizó al paciente un primer procedimiento de inyección de grasa hace un año en Verona, Italia. A los seis meses el paciente vino al hospital Kendall Regional Medical Center en Miami para un segundo procediendo, con otro de los pioneros en esta área, el cirujano plástico Dr. Roger Khouri, quien contó con la asesoría del Dr. Rigotti. Para un tercer procedimiento con el Dr. Khouri, regresó de Italia el Dr. Rigotti, así como un grupo internacional de cirujanos interesados en aprender esta técnica.
El cirujano Khouri explicó que la grasa obtenida del mismo paciente por liposucción del vientre es rica en células troncales, las cuales permiten revertir los efectos de la radiación. Para resolver un daño tan extenso son necesarios de tres a cinco procedimientos. Las inyecciones de grasa se tienen que ir poniendo poco a poco.
“La mejoría ha sido definitiva”, afirmó el Dr. Khouri. “Ahora el paciente habla con claridad, se le puede entender lo que dice. No siente quemazón. Puede mover el cuello y no tiene dolor. Su piel está mucho mejor. Ahora se puede pellizcar la piel, antes eso no era posible, porque era rígida, como un pedazo de madera. Ahora está comenzando a tragar mejor. Esperamos que luego de esta tercera sesión la mejoría sea aún mayor”.
El cirujano explicó que estos procedimientos de inyección de grasa son de mínima invasión, no son operaciones grandes; se trata simplemente de recolectar grasa del vientre, prepararla en el mismo quirófano y reinyectarla muy cuidadosamente en áreas predeterminadas. El médico tiene que estar bien entrenado en esta técnica, de lo contrario el procedimiento puede ser riesgoso.
El Dr. Rigotti expresó que tenía temor la primera vez que operó a este paciente, porque no había espacio para inyectar la grasa entre la piel y la arteria carótida y la vena yugular. Ahora el riesgo es muy bajo, porque ya hay espacio para inyectar más grasa.
La inyección de grasa existía únicamente para corregir estéticamente pequeñas depresiones de la piel. El cirujano Rigotti comentó haber creado la técnica de reconstrucción de cuello cuando inyectó grasa a una paciente que a los 16 años había recibido radiación en la clavícula para tratarle un cáncer. Tenía la piel muy delgada, dolor, quemazón y deformidad. Ella quería simplemente que se le mejorara estéticamente.
“Inyecté grasa y sorpresivamente ví que desaparecían el dolor, la quemazón y la lesión de la piel. Entonces me dije: Dios mío, ¿qué hice? Desde ese momento comenzamos un estudio y encontramos la enorme capacidad de las células madre de la grasa para producir nuevos vasos dañados por la radiación. Al restablecer el tejido, resolvimos los efectos secundarios de la radiación. Esto es algo realmente nuevo e importante”, dijo el galeno italiano.
Otro de los participantes en esta observación, el Dr. Luis D. Crespo, cirujano plástico de Panamá, dijo haber enviado pacientes desde su país al Dr. Khouri, para tratamientos que se hacen mitad en Panamá y mitad en Miami.
“Hace seis meses envié al Dr. Khouri un paciente de cáncer, de 39 años, al cual en Panamá se le practicó una recesión radical de la glándula parótida y se sacrificó todo el nervio facial. Con microcirugía reconstructiva agarramos el nervio sural de la pierna e hicimos anastomosis (unión) de los nervios faciales, un injerto de segmentos de nervios que puedan regenerarse. Se reconstruyó cada una de las ramas que dominan la mímica facial. Entonces se le envió a los Estados Unidos para radiación y luego para la inyección de grasa, que sirve para regenerar los nervios, porque las células madre tienen el potencial de convertirse en células nerviosas”, dijo el Dr. Crespo.
En el Kendall Regional el Dr. Khouri, con la asesoría del Dr. Rigotti, hizo el tratamiento de transferencia de grasa al área del nervio frontal.
“El paciente ha recuperado un 30 por ciento de su función de esa rama. Ahora está programado para un segundo tratamiento, en el cual se espera recupere otro 30 por ciento más. También la grasa ayuda a rellenar, así que además de los resultados reconstructivos y funcionales, también hay una mejoría estética”, añadió el Dr. Crespo.
La inyección de grasa también se está usando para resolver amputaciones por trauma.
“Envié hace poco al Dr. Khouri un joven que no tenía la falange distal del dedo, la uña la tenía al nivel de la cutícula”, dijo el Dr. Crespo. “Había que crearle más piel, más uña y más hueso. El Dr. Khouri usó un segmento del hueso radio (del antebrazo); luego levantó un colgajo de piel vascularizada con las dos arterias digitales y lo avanzó; en ese espacio puso un injerto de piel y rellenó con grasa, para darle pulpa. El dedo se ve bastante normal”.
Los otros cirujanos plásticos que observaron en Miami el procedimiento al paciente de San Francisco fueron los doctores Bruce Reuter y John McCraw de los Estados Unidos; Michael Sheflan, de Israel; Marc Nellissen y Luc Damen, de Bélgica; y Peter Ondrejka y Zdenek Pros, del Reino Unido.

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